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jueves, 26 de noviembre de 2009

25 LA HISTORIA QUE ANIQUILARON

TRADICIÓN, FAMILIA Y PROPIEDAD: INVENTANDO UN PAÍS CAPITALISTA
¿Qué es la tradición? ¿Cuáles son nuestras tradiciones?
A simple vista y sin investigar mucho uno se da cuenta que no existe una tradición nacional sino muchas tradiciones que en su conjunto marcan una característica nacional, que en mayor o en menor medida representan a determinados grupos sociales. Sin embargo, cuando abrimos el manual o buscamos tradición en el “Google” nos aparece el gaucho y las tradiciones del campo pampeano identificando a todo el país.
¿Quién tuvo y tiene la intención de que creamos que las tradiciones de un sector son las tradiciones de todos?
No puede dejar de señalarse que la oligarquía pampeana, instalada en el poder desde los mismos orígenes de “La Patria o”, es la que ha escrito la historia y nos ha impuesto quienes son héroes y quienes villanos desde su óptica. Manteniendo al gaucho simplemente como símbolo del campo, sin mostrar el estado de esclavitud que sufrió siempre trabajando para los que se creen “dueños de la tierra”. Maltratado y mal pago, el ”Gaucho”, nunca formara parte de sociedad a la que aspiraba y aspira la oligarquía agraria desde los comienzos de nuestra historia.
Pero lo más llamativo es ¿Cómo se impone la contradicción que, al mismo tiempo, impone como tradición nacional las costumbres del campo pampeano y genera políticas expulsivas de las personas de las zonas rurales, concentrándolas en las urbes y arrasando sus costumbres y tradiciones? ¿No son estas políticas que generando expulsión, genera desigualdad, desempleo, injusticia y en consecuencia inseguridad?
Las políticas económicas con eje en la concentración y extranjerización de la tierra que expulsan a la gente del campo, subsumiéndolos en la pobreza marginal y generando cordones de indigencia en la periferia de las ciudades, se sostienen, entre otras cosas, en el discurso que enarbola al gaucho, las vacas y la boleadora y pone como enemigo del ser nacional a todo lo demás.
Borraron de la historia oficial las tradiciones de los pueblos originarios, de los campesinos del norte, de las ciudades, y solo se insinúan las tradiciones de los inmigrantes europeos, jamás las de los bolivianos, uruguayos, paraguayos, etc.
Encontramos en el siguiente párrafo del análisis del film Martin Fierro de Emiliano Fernández, una síntesis de lo expuesto hasta ahora y mostrando como este clásico de la literatura argentina, no hace otra cosa que seguír construyendo un país según las necesidades históricas de los sectores mas poderosos.

“Quizás todo esto no sea más que la esencia de la Historia Argentina, un constante reacomodamiento hegemónico Incapaz de dar una forma un proyecto de Nación A LARGO PLAZO. (El propio Hernández No fue ajeno este accionar político / económico / social: cuando lucho contra el despotismo Persecuciones Sufrió y, rebelde de las Naciones Unidas Fue la "Ida"), pero luego para incorporarse al Sistema Gubernamental se transformó en un ultra conservador (la " Vuelta "). Nadie sabe realmente si los gauchos se comunicaban apelando A LOS arcaísmos, la jerga y las metáforas del Martín Fierro, Porque no Existen registros escritos De Estos sectores sociales (todos eran analfabetos). Como Suele ocurrir, nos tenemos que conformar con el testimonio de segunda o tercera mano que nos OFRECE un burgués acomodado como Hernández. Sin ir más lejos, El proceso de revalorización del gaucho es bastante dudoso. Cuando se escribe el poema este último Estaba en plena extinción, ya no cumplía ninguna Función material de un poder del ojos (de los Indios Estaban Prácticamente vencidos, las tierras se habían repartido entre los genocidas y el Estado Argentino Ya estaba organizado para 1880). Pero su Función simbólica Estaba naciendo: ¡El Paisano muerto, viva el mito reduccionista del buen paisano! Exaltación del gaucho Cuando ya no existe y más negación absoluta de los indígenas, buenos o malos pero Claramente los verdaderos habitantes primordiales. A eso se llama Construir un País, Definir lo "popular argentino" en Función de la Necesidad histórica de apuntalar culturalmente una oligarquía terrateniente-exportadora. Y por supuesto que Sirvió; Sino chequeen El Clarín, La Nación, Cualquier manual educativo o este mismo film …”

lunes, 23 de noviembre de 2009

GRACIAS SURICATA POR EL COMENTARIO...

Comentario Suricata.... lindo comentario...

"Lindo post! No son sólo los aparatos del estado que oprimen, también hay muchos mecanismos de violencia simbólica y por eso la violencia es mentir. Hay una lucha por la apropiación del sentido, que generalmente la gana esa tapa del diario que oculta sus intenciones en su defensa de la libertad de prensa, la gente de la tele que se pronuncia a favor de la vida y los pibes que aseguran que el boliche se lleno de negros. Por suerte, siempre se puede ejercer un poco de resistencia. Para eso están los blog! "

jueves, 12 de noviembre de 2009

EDITORIAL: LA VIOLENCIA DESDE LAS INSTITUCIONES DEL ESTADO

INSEGURIDAD Y DELITOS, DOS COSAS MUY DIFERENTES…

En estos tiempos, los medios ya no informan, sino que directamente bajan línea, generando opinión y climas de incertidumbre, con una intención más que tendenciosa. Sólo les interesa defender sus intereses y los intereses de los grupos económicos que dirigen, desde la sombra (o ya no tanto), los rumbos de los gobiernos de turno.
Los grandes multimedios generan miedo a través de sus canales de tv, sus radios y la prensa gráfica, mostrando una realidad creada e instalando su visión de los hechos como “la verdad”. Por ejemplo, cuando proclaman que grupos de personas marginales generan CAOS al manifestarse reclamando “justicia” y derechos vulnerados; cuando afirman que “sus derechos empiezan donde terminan los derechos de los demás” al cortar una calle o una ruta (gente que al estar desocupada/o es la única manera que tiene de manifestarse); cuando periodistas y personalidades públicas (como cantantes, actores, actrices), sin ningún tipo de vergüenza, defienden la ley de medios de la dictadura y no reconocen la participación ciudadana que tuvo esta ley de “Servicios de medios Audiovisuales”, sancionada últimamente -que aún debe ser reglamentada y puesta en vigencia-.
En esta coyuntura, donde muy pocos tienen todo lo que le falta al resto de la población; donde faltan políticas del Estado en vivienda, trabajo, salud y educación; donde la mayor superficie de tierra está en manos del 8 % de los habitantes y más del 35% del territorio está en manos de extranjeros -en extensiones increíbles, como las más de UN MILLÓN DE HECTÁREAS en manos de BENETTON, y en nuestra zona las más de 18.000 hectáreas que JOE LEWIS posee incluyendo un lago-, aparecen los sectores más reaccionarios hablando de seguridad y haciendo cargo de esta a ese pibe que, carente de todo lo anteriormente mencionado (vivienda, comida, educación, trabajo, etc.), corta una ruta o en el peor de los casos delinque porque no tiene otra manera de satisfacer sus necesidades básicas. Ese pibe que no tuvo ninguna oportunidad, no por elección, sino porque hay pocos que tienen TODO y MUCHOS que no tienen nada.

INSEGURIDAD ES DESIGUALDAD
Al parecer, y según dice la tele, la inseguridad es que te robe un menor: “hay que bajar la edad de imputabilidad”. Es que te corten una ruta: “hay que reprimir y judicializar la protesta”. Es que un peruano te robe la billetera: “hay que cerrar las fronteras”. Es que un pibe aspire Poxirán en bolsitas de nylon: “hay que esterilizar a los pobres para que no tengan mas hijos”… Parece que no es inseguridad que un menor esté en la calle, que un trabajador esté desocupado, que un extranjero no tenga oportunidades o que una mujer sólo por ser pobre no pueda decidir sobre su cuerpo.
La persona que delinque no es la responsable de la falta de seguridad. Esta persona es una víctima de la inseguridad y la violencia ejercida por las Instituciones del Estado cuando no garantiza, distribuyendo equitativamente las riquezas del país, las necesidades básicas de la población.
No son las “Fuerzas del orden” las que van a solucionar los problemas que generan tanta desigualdad. La única manera de generar seguridad es que todos tengamos las mismas posibilidades de tener: SEGURO una casa, SEGURO educación, SEGURO salud, SEGURO trabajo, SEGURO acceso a la tierra, SEGURO IGUALDAD SOCIAL.

LA INSEGURIDAD ES LA FALTA DE IGUALDAD…

ARRIBA LOS QUE LUCHAN.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

OPINON: INSEGURIDAD, CONSECUENCIA DE LA DESIGUALDAD.

Por Beto Piaggi.

Una tarde de invierno, en el áspero conurbano. Estaba desocupado, y el Diego ese día, había gambeteado el laburo. Tomando unos mates, hablando de nada, escuchamos ruidos en el patio. Salimos y encontramos a Clodomiro bajando del techo; con bolso, campera, carpeta, una 22 y una barreta en mano. Por suerte, estaba incomodo con tanto lastre y no pudo disparar bien. Tiro tres veces, mientras forcejeábamos los tres ( Salí con mate en mano, termine lleno de yerba y mientras me apuntaban a los dientes, solo pensaba en como me había doblado la rodilla). Terminamos en el piso, cinco manos en el 22 y el caño nos paso entre ojo y ojo, hasta que logramos desarmarlo.
Lejos del pensamiento colectivo oficial, la reacción no fue de violencia. Mientras vaciaba el cargador, y sacaba la ultima bala de la recamara, Diego hacia sociales con Clodo. Estuvo siete años en Sierra Chica y recién salido, tenía todas las puertas cerradas. “Que voy a llevar a casa hoy…”. Diego le dio ropa, le tiro unos mangos que tenia a mano y se atajo “ no por miedo eh..acá siempre que golpees, te vamos a tirar una mano”. Le devolví la barreta y la 22, abrí la puerta y le dije que se fuera. Justo cuando estábamos por seguir los tres con nuestras rutinas, apareció la policía. No queríamos decir nada, pero me encontraron las balas en el bolsillo y ahí, terminamos todos esposados y de rodillas. Lamentablemente todo salto, Clodomiro se fue esposado y tuvimos a la policía durante horas en casa.
En resumen, Clodomiro termino con perpetua, y los que nos robaron fueron los policías. Cuando nos revisaron, además de balas nos sacaron plata. Con tanto lio, nos dimos cuenta, cuando todos se habían ido.
El mas transa de todos, el que no hacia chiquitaje, era el testigo Carlitos. Un loco que se acababa de bajar del Roca y lo agarraron de las orejas para que salga de testigo. Cuando se fueron los canas, volvió a golpear las manos. Me ofreció negocios turbios, ya que había escuchado que andaba sin laburo ( falsificaciones de recibos de sueldo, para comprar en Frávega y “vamo y vamo” con el botín…).
Cuando ya no quedaba ni Carlitos, me puse a limpiar. Entre yerba, agujeros en la pared y sangre (Clodo, en el forcejeo, se lastimo la mano), había quedado la carpeta del colegio del visitante. La mire un rato, y me acorde de los tantos pibes de mi barrio, que tuvieron historias parecidas. Los kumpas de la canchita de la esquina, que vomito el sistema y durante toda su vida, les recordó a golpes, que estaban afuera.
Cualquier solución seria, llevaría a cambiar las reglas del juego. A patear el tablero, de los que se enriquecen con este sistema que siembra desigualdad, hambre, armas y drogas. Y nos impone como única solución posible, el matar y ocultar las miserias que el mismo reproduce. Yo no quiero vengarme de nadie. Al pibe lo entendí, y mi bronca es con el que nos quiere marcar las reglas del juego.

viernes, 6 de noviembre de 2009

TOSCO, MÁS QUE UN SÍMBOLO

Por Abel Bo.
Siempre el mejor homenaje a un revolucionario ha sido seguir su ejemplo. Evocar hoy a Agustín Tosco es plantearnos el desafío de la construcción de una propuesta política socialista y revolucionaria para el movimiento obrero. Tarea difícil si asumimos que Tosco fue – es – uno de los mayores símbolos de una época histórica que definimos como la de la revolución proletaria inconclusa.
El punto de partida de esta recuperación de la memoria histórica ya es desafiante. Las historias oficiales no reflejan precisamente que el auge del movimiento obrero argentino iniciado a partir del cordobazo del 29 de mayo de 1969 haya representado una época revolucionaria en el sentido que el mismo Tosco lo planteaba en su balance político del año 1973 en un artículo publicado en el diario El Mundo:

“Ya en el año 1971, la más importante regional de la CGT en el interior del país, la CGT de Córdoba, aprobó en un plenario la “vía antimperialista al socialismo” como única posibilidad de resolver los grandes problemas económico-sociales, políticos y culturales que padecen. Y que por más ensayos y recetas que se apliquen en el actual sistema, no pueden proporcionar una salida adecuada para una vida digna de todo el pueblo.
Y bueno es recordar lo sucedido en Plaza de Mayo en Buenos Aires el 25 de mayo, ante la presencia de los presidentes de Cuba y de Chile, Osvaldo Dorticós y Salvador Allende, ovacionados vibrante y cariñosamente por el pueblo argentino, al grito de “¡Chile, Cuba, el pueblo te saluda!” y la reiteración en Córdoba el 29 de mayo –en el cuarto aniversario del Cordobazo- en la manifestación más grande que se recuerda en la capital mediterránea, donde el presidente Dorticós fue portado en andas hasta el palco oficial erigido por la Central Obrera Regional. Esta elevación de la conciencia política, expresada a nivel multitudinario y corroborada por las grandes luchas obreras y populares, tanto en las campañas electorales como en las reivindicaciones inmediatas, fue sin lugar a dudas el acontecimiento más importante del año 1973. Elevación de la conciencia estratégicamente invalorable, en la larga lucha por la liberación nacional y social argentina.”

Esta visión histórica expuesta sobre la marcha misma de los acontecimientos, lo colocaron a Tosco en un papel político que excedía largamente su rol de dirigente sindical consecuente con su clase y comprometido con una perspectiva revolucionaria: fue promotor y propagandista de esa perspectiva. Después de más de dos décadas de luchar desde las raíces más profundas de su clase, desde la trinchera en su propia usina como delegado de base en los primeros años 50 hasta su ascenso a dirigente máximo del sindicato Luz y Fuerza de Córdoba, Tosco se proyectó como alternativa antiburocrática regional y nacionalmente. Habiendo pasado épocas tan diferentes como las del primer peronismo (45-55), después la resistencia (55-62), luego los regímenes pseudodemocráticos (62-66) y por fin las dictaduras del onganiato y lanussato (66-73), Tosco asume esta posición política, en momentos en que el auge de masas forzó la desproscripción del peronismo que retorna al gobierno en forma democrática y lleva adelante una política económico-laboral reaccionaria, que él mismo caracteriza en el párrafo siguiente al anterior:

“La apreciación precedente podría ser calificada de excesivamente optimista en función de que todo lo sucedido obedecería a fenómenos de coyuntura o de espontaneísmo, por lo tanto transitorio y fácilmente controlables o diluíbles.
Sin embargo no es así, y nada lo explica mejor que el desencadenamiento de una sistemática respuesta de terrorismo fascista instrumentado por lo más reaccionario que tiene el sistema a nivel nacional e internacional: la oligarquía terrateniente, el gran capital asociado a los monopolios y el imperialismo. Se conoce, y una vez más se prueba, que a un ascenso revolucionario corresponde un auge represivo –a cara descubierta o embozado, físico e ideológico- de las clases y sectores que defienden encarnizadamente sus viejos privilegios. De allí la masacre de Ezeiza y los innumerables atentados a hombres y organizaciones. Los secuestros, torturas y asesinatos de militantes obreros y populares de distinta ideología y ubicación partidaria. De allí el “Pacto Social” a espaldas de los trabajadores, y la Ley de Asociaciones Profesionales y la Ley de Prescindibilidad, y el Decreto de congelación de vacantes, y la reforma del Código Penal, y la defensa de la burocracia sindical, y la convocatoria a la “unidad de todos los argentinos”, y tantas cosas más para la preservación del sistema.
Todo en un proceso de hegemonización de los sectores de derecha en el seno del gobierno, y la erradicación casi completa de los representantes más genuinos de las corrientes populares, revolucionarias y de concepciones socialistas, promovido por el impulso de las masas.”

La evolución del pensamiento y la acción de Tosco no fueron episodios fortuitos. Compañero permanentemente preocupado por su propia formación y la de sus hermanos de clase, se empeñó hasta su último aliento en forjar con su prédica la conciencia y la acción de los trabajadores. El contexto de auge de las luchas que lo tuvieron como principal protagonista fue el marco social. Y su última prisión fecunda (abril 71-septiembre 72) lo unió profundamente a la militancia revolucionaria de su época. Testigo de la gran acción de fuga del penal de Rawson (15 de agosto del 72) fue desde el primer momento de la masacre de Trelew (22 de agosto), campeón en la denuncia de esa matanza de 16 combatientes esa misma noche entre rejas y luego desde las tribunas cuando fue arrancado de la cárcel por la lucha popular. En prisión se sumó como uno más a los equipos de estudio con militantes de las organizaciones insurgentes. Y el 2 de junio del 73, en el asado que brindó en el club Unión Eléctrica en Villa Revol, Córdoba, en homenaje a los combatientes recién liberados, planteó con claridad: “Nosotros, desde el campo obrero, desde el campo sindical, luchamos por la unidad. Queremos la unidad para que la Revolución Socialista llegue antes”.

Su postura, sus gestos, elevaron aún más su papel simbólico y práctico en el movimiento revolucionario de la época. Por eso, cuando el autogolpe del 13 de julio del 73 derrocó al presidente Héctor Cámpora y su vice Solano Lima y se abrió una nueva instancia electoral para el 23 de septiembre, el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Frente Revolucionario Peronista le plantearon que encabece la fórmula del Frente Antimperialista por el Socialismo acompañado por el dirigente de la CGT Clasista de Salta Armando Jaime. Tosco desechó la propuesta. Temía ser difamado como el artífice de un “polo antiperonista” ante la candidatura de Perón ya rota su proscripción. Para nada era ésa la naturaleza del FAS y la trayectoria de fuerzas como el PRT y el FRP. Pero además, y fundamentalmente, Montoneros y el Partido Comunista, con mucha influencia en los movimientos sindicales y populares, apoyaban la fórmula Perón-Perón que iniciaba su tercer gobierno al que el mismo Tosco caracterizaba con precisión como reaccionario. En medio del auge, las fuerzas socialistas y revolucionarias perdimos la oportunidad de tener una intervención electoral de trascendencia con una candidatura obrera, que permitiese ensanchar en la legalidad del momento, la huella que el sindicalismo clasista y la insurgencia guerrillera ya habían abierto. El propio Tosco y todo el movimiento obrero y popular pagaron caro este error político, cuya razón hay que encontrarla en la influencia del populismo y el reformismo:
“Otro factor que contribuye poderosamente a mantener oculta la necesidad de arrebatar el poder estatal de manos de la burguesía, es el rol de las corrientes reformistas y populistas como el Partido Comunista y Montoneros, por ejemplo, que desde el campo del pueblo y por tanto escuchados con interés por las masas, difunden también falsas esperanzas apoyando sin rubores a uno u otro dirigente de la burguesía pretendidamente "progresista"...” (Poder burgués, poder revolucionario, Mario Roberto Santucho, agosto 74)

Sin embargo, Tosco no sólo no cejó en la lucha sino que promovió una nueva y más amplia y profunda unidad sindical. Se creó en Córdoba el Movimiento Sindical Combativo (MSC) como un frente de gremios recuperados como Luz y Fuerza, SMATA, Perkins, Caucho, Obras Sanitarias, Viajantes, Lecheros, docentes y numerosas comisiones internas antiburocráticas y agrupaciones de base. La ofensiva fascista alertada por Tosco asaltó sindicatos, los intervino y con la fuerza armada policial y parapolicial (Triple A) lo forzó a él y a tantos otros a la clandestinidad bajo el amparo de un gobierno constitucional tan reaccionario como había previsto. La represión se masificó en Córdoba, Villa Constitución-Rosario-San Nicolás, La Plata-Berisso-Ensenada, Tucumán, Salta y Jujuy, y así de seguido. El MSC se amplió aún más y así nace la Mesa Coordinadora de Gremios en Lucha de Córdoba. Tosco desde la clandestinidad y Tomás Di Toffino (adjunto de Luz y Fuerza, asesinado por la dictadura en 1976) desde la semi-legalidad contribuyen a forjar esta nueva forma de organización que se extenderá en todas las zonas industriales.
Esas organizaciones de poder obrero a nivel local, previstas y planteadas por Santucho en aquel ensayo, son las que protagonizan el momento más alto del auge en las jornadas de junio y julio de 1975, cuando el gobierno peronista lanza el primer gran plan ultraliberal anunciado por el ministro de Economía Celestino Rodrigo. Tosco vive ese momento intenso de huelgas generales y manifestaciones multitudinarias desde la clandestinidad, situación que afecta gravemente su salud e impide su oportuna y adecuada atención. Muere entre el 4 y 5 de noviembre y el día 7, la clase obrera lo homenajea con abandono de fábricas y centros laborales; acto en el estadio Redes Cordobesas, marcha que atraviesa la ciudad y en el Cementerio San Jerónimo, la manifestación es atacada salvajemente por la balacera gubernamental. Digna despedida de la furia capitalista contra quien fue el símbolo de nuestra revolución proletaria inconclusa.
Es hora de retomar su huella, es hora de emular su ejemplo, es hora de nuevos y muchos Toscos.
Abel Bo

EVOCACIÓN DE AGUSTÍN TOSCO ANTE UN NUEVO ANIVERSARIO DE SU MUERTE.

Compañeros: quiero compartir con todos Uds esta imagen que muestra al gringo Domingo Menna -el Mingo- miembro del Buró Político del Partido Revolucionario de los Trabajadores hablando el 29 de mayo de 1973, cuarto aniversario del cordobazo, en la tribuna levantada sobre el bulevard San Juan de barrio Güemes, junto al gringo Agustín Tosco, entonces Secretario del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba y Secretario Adjunto de la CGT-Córdoba, el máximo dirigente proletario de la época y quizás de toda la historia del movimiento obrero argentino. Esta imagen ha sido tomada del documental Gaviotas Blindadas II, que las chicas y chicos del grupo de Cine Mascaró pudieron recuperar gracias a su trabajo de investigación sobre la historia del PRT-ERP que abarca también Gaviotas Blindadas I, III y Clase.
Como siempre, muchas veces una imagen vale más que mil palabras. Ese multitudinario acto -30, 40 ó 50 mil personas, vaya a saber cuántas- contó con la participación del entonces presidente de Cuba Osvaldo Dorticós que fue ovacionado al grito de "¡Cuba va del brazo/de nuestro cordobazo!". También en esa ocasión, el estribillo "¡se va a acabar/se va a acabar/la burocracia sindical!" se masificó cuando Tosco y otros oradores repudiaron a la burocracias de aquel entonces. Mingo alertó en su breve intervención contra los golpes reaccionarios que la burocracia y la derecha política urdían contra el pueblo, en momentos en que la restauración constitucional llevaba apenas cinco días.
Ironías de la historia: cuando el cordobazo del 29 de mayo de 1969 -una huelga política convocada por las dos GTSs cordobesas contra la dictadura de Onganía, que devino en una sublevación obrera y popular- Mingo conocía a Tosco, que ya era un dirigente de larga trayectoria. Pero seguramente, Tosco no recordaría a Mingo, uno más entre tantos cientos o miles de militantes que concurríamos al solidario Luz y Fuerza. O cuando se encontraron en las barricadas de barrio Güemes el 28 de junio de 1968 cuando Tosco se sumó con la camioneta del sindicato trayendo parvas de pasto. Mingo integraba desde 1966 el entonces pequeño PRT. Aquel mediodía del 29 de mayo, participaba en su Siambretta 175 en la columna de miles de obreros de SMATA que en moto y a pie enfrentaban el atropello de las fuerzas represivas. Y cerca de esa esquina de bulevard San Juan y Bolívar, vio caer al obrero de IKA-Renault, Máximo Mena, la primera víctima fatal de esa jornada. Tosco y una decena de dirigentes obreros fueron capturados al día siguiente y condenados por Tribunales Militares.
En 1972, Tosco y Mingo compartían la prisión en Rawson, cuando el 15 de agosto, los combatientes tomaron el penal. Mingo con otros cinco combatientes lograron fugar a Chile. Otros 19 fueron capturados y 16 de ellos murieron fusilados en la base naval de Trelew el 22 de agosto.
Tosco fue liberado tiempo después y asumió el constante papel de denuncia de ese crimen. Mingo y los demás compañeros pasaron por Chile, llegaron a Cuba y regresó clandestinamente. Reapareció en público aquel 29 de mayo de 1973. Tosco y Mingo fueron ovacionados. Días después, el 20 de junio, al regreso de Perón, ocurrió la masacre de Ezeiza, el primer escalón de la escalada reaccionaria que denunció Mingo. El 8 de julio, al fundarse el Movimiento Sindical de Base en Luz y Fuerza, Tosco denunció los preparativos de nuevos golpes y desafió a la reacción proclamando que "¡vamos a hacer de Córdoba la capital de la Patria Socialista!". El 13 de julio se producía el autogolpe de Estado que derrocó al electo presidente Cámpora, de apenas 45 días de gobierno.
El Sindicato de Luz y Fuerza fue asaltado en octubre de 1974 por fuerzas gubernamentales y Tosco pasó a la clandestinidad forzosa. Perseguido, enfermó gravemente. Murió el 5 de noviembre de 1975. Mingo fue capturado vivo el 19 de julio de 1976 junto a su compañera (embarazada) Any Lanzillotto, Liliana Delfino y Fernando Gertel. En su casa de Villa Martelli cayeron combatiendo Mario Roberto Santucho y Benito Urteaga. Mingo fue visto prisionero en Campo de Mayo muchas semanas después, junto a Alberto Merbilháa, otro dirigente del PRT.
Agustín Tosco y Mingo Menna resumen en esa imagen uno de los puntos más altos y emotivos de la inconclusa lucha por la Revolución Socialista.
A.B.